«Cuando Schoenberg mostró la partitura de las cinco piezas para orquesta Op. 16 a Mahler éste respondió humorística e irónicamente: «No entiendo su música, pero es joven y puede que tenga razón». Sin embargo, Richard Strauss, menos dado a ese tipo de actitudes y más directo y sincero, en una carta a la viuda de Mahler decía «La única persona que puede ayudar al pobre Schoenberg ahora es un psiquiatra […] Creo que sería mejor que apaleara nieve en vez de garabatear sobre papel pautado»» [Agustín Barahona]