«Disculpadme si no puedo desear felices fiestas a todo el mundo con la herida profunda, abierta y sangrante que la Humanidad tenemos en nuestro viejo planeta Tierra. Sería un hipócrita. Puedo desear que decidamos toda la humanidad tenerlas algún día, pero para conseguirlo habrá que luchar —todos— contra la inhumanidad, contra la indolencia, contra el eufemismo negacionista y contra la ignorancia de los que no desean la paz sino aprovecharse de las debilidades de sus contemporáneos para obtener un poder absurdo que no podrán llevarse nunca en la mortaja. Y si hay gente enferma e irrecuperable que no puedan entender esto habrá que hacer lo posible para que no estorben los planes de paz de la mayoría de las buenas gentes del planeta. Con las plagas no se dialoga: se las combate para poder sobrevivir.
Se comienza permitiendo, «tolerando», los pequeños atropellos diarios y se termina no haciendo nada en Siria. Pensadlo. Es el síndrome de Estocolmo a escala mundial.
Nosotros. Nosotros somos los únicos que podemos vencer esto. Los líderes mundiales ya han demostrado que no sólo no lo harán sino que incluso participarán, más o menos abierta o cerradamente, en la tragedia. Si el mundo entero se moviera a la vez hay muchos modos de influir decisivamente en lo que está ocurriendo, porque, como todos los sistemas, el mundo es afectado por cada decisión unitaria que los seres humanos tomamos. No lo olvidemos.
Que las navidades, el momento en que todos estamos reunidos con nuestros familiares y amigos, sean el momento para aprovechar a tomar juntos decisiones importantes. Así habrán servido realmente no para «desear» la paz en el planeta, sino para conseguirla» [Agustín Barahona]
POR FAVOR: SE ADMITEN en los comentarios TODO TIPO DE IDEAS RAZONABLES Y EFICIENTES PARA TERMINAR CON LA GUERRA DE SIRIA Y LA EMIGRACIÓN DE REFUGIADOS
«Hay un aspecto preocupante en la definición que el diccionario de la RAE hace del concepto de lealtad. Dice que es el cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad, y define ésta como la observancia de la fe que alguien debe a otra persona. Eso hace entonces que cualquier funcionario que no sea religioso tenga un problema: que al vivir en un país no confesional cuya constitución protege el derecho a no ser religioso deba aceptar preceptos irracionales religiosos como la fé, máxime cuando diariamente esta viendo que esas personas en las que debería depositar su fe no la merecen porque resultan ser delincuentes en muchos casos y actuar manifiestamente en contra de las normas y a sabiendas. ¿En qué lugar queda pues la fe que a los funcionarios se les obliga a tener en esas personas, pues la norma dice que han de tener lealtad a su Administración y a sus superiores? ¿Es que se nos está pidiendo parcialidad en vez de ser justos en conciencia? Y si no ¿qué sentido tiene una norma que reclama fidelidad en vez de simplemente ser justos y honestos?
De ser ése el significado de lealtad, ésta sería pues un asunto planteado como religioso en un país aconfesional.
A una alto cargo político del Ministerio de Educación le dije una vez, hace muchos años, que qué podía esperar de un funcionario que no era leal a sí mismo, a la Verdad y a la Justicia por encima de cualquier otra cosa. Y que si estaba de acuerdo con ello no me pidiera otro tipo de lealtad porque no sería lealtad. Y por lo que otras personas me contaron después parece que se sintió muy ofendida. Por supuesto, tras mi respuesta jamás me nombraron para el puesto para el que querían promocionarme, de lo cual, visto lo visto, me alegré. Pero aún así estuve trabajando –gratis, por supuesto– para la importante labor de mis compañeros, a los que sí contrataron, y a la vez para mi trabajo habitual y no pudieron hacer nada con mi supuesta «deslealtad» a aquel alto cargo –tal como ella lo dió a entender– por quedar supeditada mi lealtad aconfesional, siempre presente, a los únicos valores a los que ésta puede quedar supeditada, más arriba mencionados, y que son los que realmente hacen eficaz e imparcial a un funcionario, cualidades imprescindibles reconocidas por la lógica, la honradez y todas las cartas magnas del mundo civilizado.
No, es imposible que la correcta acepción de lealtad funcionarial sea la religiosa en un país aconfesional. Por lo tanto, la única válida es la etimológica de legalidad, ser fiel a las leyes, y, por lo antes argumentado, nadie en sus cabales puede pretender que signifique algo distinto» [Agustín Barahona]
«Es inadecuado decir la verdad y cumplir las normas, según el Teresa Berganza. Una nueva moda que se ha instituído de facto en el Conservatorio Teresa Berganza de Madrid para los profesores que reclamamos constantemente que las cosas se hagan conforme a norma para que todo funcione para la comunidad educativa académicamente y administrativamente bien –como un reloj suizo– es ***no convocarnos en tiempo y forma a los exámenes*** y luego enviarnos en tiempo y forma sobres con firma de recepción en los que se nos comunica que nos roban días de sueldo y nos denuncian a la D.A.T. por no asistir a esos exámenes, añadiendo que la «excusa» de no haber sido convocados en tiempo y forma ***es inadecuada***. ¿Qué os parece la honestidad, honorabilidad y ejemplo del Equipo Directivo, así como el cuidado que ponen en que los alumnos reciban la atención de sus profesores en sus exámenes no convocándolos? Como siempre, tengo prueba fehaciente de ello a disposición de las autoridades y de los medios autorizados. Gracias.» [Agustín Barahona]
[P.D.: Habrá que pedir a la Secretaria del Centro, entre el material escolar necesario, una bola de cristal, para adivinar cuándo hay que presentarse a un examen que convoca otra persona pero sin que lo notifique a los interesados. Puede que sea ésta una obligación funcionarial de nuevo cuño que se desprende de las actuaciones del Equipo Directivo presuponiendo en los esforzados funcionarios poderes parapsicológicos y de ahí el rigor con que se exige la práctica de las mancias docimológicas. Quizá interese el caso al programa 4º Milenio. Pero estoy seguro de que no sería lo único que les interesaría de ese conservatorio.]
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De recomendada lectura: Impresiones de la asamblea sobre la ilegalidad del Teresa Berganza.