SIEMPRE ME HA PASADO COMO A LOS BANCOS, QUE A MENUDO «NO HE DADO CRÉDITO»
«Durante mi larga carrera en mi faceta de docente me he encontrado con todo tipo de actitudes inconcebibles por parte de alumnos, padres de alumnos, equipos directivos y personas con nómina de profesor. Estaba ahora guardando unos antiguos papeles –que al principio custodiaba en una carpeta llamada inicialmente «rarezas» y que con el tiempo fué convirtiéndose en simplemente «papeles del trabajo»– y he podido recordar algunos de esos episodios de difícil calificación.
Quizá uno de los que en su momento más perplejo me dejó fue cuando una madre de un alumno vino a decirme que mi razonada, paciente y estructurada docencia «violentaba la ignorancia de su hijo» [?] en lugar de «transicionarla poco a poco a lo correcto, a la verdad». Literalmente.
Cuando de inmediato le contesté que si lo que quería decirme es que no debía enseñar qué era lo correcto, sino alguna otra cosa intermedia, me respondió –visiblemente azarada y sorprendida por la única, logica y consecuente respuesta que podía ofrecerle–: «eso tiene que saberlo usted que es el profesor» [!!!].
Fue la primera vez que pude comprobar que realmente podía producirse tanta incoherencia junta en el discurso de una sola persona. Hasta entonces si me hubieran contado que esa posibilidad podía darse en una persona aparentemente formada no hubiera podido creérmelo. Lo peor fue que esta madre se me presentaba en la propia conversación a sí misma como «Doctora en Pedagogía» por una unversidad española, comprobando yo posteriormente que así estaba titulada [!!!]
Vivir para ver.»
[Agustín Barahona]
«Posiblemente seamos sólo grumos de diversas configuraciones autoorganizadas del espacio-tiempo con necesaria y consecuente apariencia inércica de ser materiales.»
[Agustín Barahona]
«Como dice la cabecera, la inteligencia es la capacidad de resolver problemas. Por lo tanto, no puede haber creado el universo un diseñador inteligente. Y no sólo porque nadie haya demostrado jamás que existan los imprescindibles planos-diseño en que ese supuesto diseñador inteligente habría diseñado el universo para después construirlo –como he dicho infinidad de veces desde hace decenios–, sino, fundamentalmente, porque tener que «desarrollar» la cualidad de la inteligencia requeriría a su vez ad infinitum de una previa inteligencia para crearla; y, además –y por encima de todo–, porque de haber sido necesaria una inteligencia para resolver problemas eso querría decir que el diseño y creación del universo hasta que intervino el diseñador inteligente había sido un fracaso, precisamente porque requería de un resolvedor de problemas en el diseño previo, lo que mostraría que tal ente «inteligente» ni existe ni puede existir.
Espero que con esta básica y sencilla reflexión los seguidores de la iglesia del diseñointeligentismo dejen de decir las habituales tonterías. Gracias.»
[Agustín Barahona]