Hoy se cumplen 174 años del nacimiento de Piotr I. Tchaikovky y simultáneamente 181 años del nacimiento de Johannes Brahms, ambos nacidos un 7 de mayo, de 1840 el primero y de 1833 el segundo. Es interesante ver cómo se percibían entre sí estos dos genios a través de su música y a través de sus escasas relaciones personales. Por ello he traído para esta ocasión un conocido enlace de una institución de investigación histórica que seguramente será muy útil para aquellos verdaderamente interesados por la historia de la música y sus protagonistas. Si queréis podemos debatir los contenidos de toda esta documentación, así como su crítica textual, fiabilidad e interpretaciones hermenéuticas. Por cierto, la fotografía es trucada 🙂 Que yo sepa, los dos genios nunca se fotografiaron juntos, pero si alguien conoce alguna fotografía en que sí le rogaría que fuera tan amable de informármelo. Muchas gracias de antemano.
«El perfeccionamiento de un lenguaje consiste en su adaptabilidad automática a sus fines comunicativos. Si una lengua no está adaptada a sus fines comunicativos en un momento dado se perfecciona mediante una serie de procedimientos internos que se dan en la práctica casi de modo automático en su seno por el principio de economía, pues –por ejemplo, pero se podrían dar otras decenas de ejemplos y mecanismos bien conocidos en la Lingüísica General– dos estructuras con la misma finalidad tienden a no pervivir juntas, prevaleciendo siempre una de ambas, en ausencia de fuerzas externas, cuando una de las dos es más económica de medios o se ajusta más a las necesidades del hablante en ese momento. Esos mecanismos de perfeccionamiento son producidos de modo natural sin la participación de decisiones arbitrarias de los hablantes. Por lo tanto cualquier lenguaje se perfecciona en ese sentido, pues mantiene un nivel de perfección que lo hace eficaz a los fines de la comunicación.» [Agustín Barahona]
«Mi madre solía decir que el amor nunca se malgasta, aunque no te lo devuelvan en la misma medida que mereces o deseas.- Déjalo salir a raudales – decía-. Abre tu corazón y no tengas miedo de que te lo rompan. Los corazones rotos se curan. Los corazones protegidos acaban convertidos en piedra.»
«El lector que abra El café de los corazones rotos esperando encontrar una novela romántica se llevará una pequeña decepción porque, si bien esta historia trata de amor, no se refiere al amor romántico, de pareja, sino al amor por uno mismo y al que desborda por la mirada de quién sabe ver a los demás con cariño y confianza. Hasta la fecha, este es el único libro de Penelope Stokes traducido al castellano y se trata de una novela amable y simpática, de escritura cálida y mensaje sencillo. Lo mejor de su argumento es que casi todos los personajes son personas que han llegado a la madurez y que tienen mucho que ofrecerse unos a otros. Y que Dell, la encantadora protagonista, comprende que lleva tiempo llena de oscuridad, que no escucha a sus amigos, y que debe deshacerse primero de algún lastre nocivo para poder confiar en los demás. El valor de la metáfora es que Dell no se cambia de peinado, pierde peso y se compra un par de vestidos nuevos como suele pasar con las heroínas tristes de la literatura romántica sino que decide cambiar desde dentro, buscando el origen de su miedo y su rabia. Esta falta de pretensiones, la ausencia de artificio, es lo que convierte a los personajes y al mismo argumento en una lectura simpática y amena, sin trampas de ninguna clase. Y las recetas de Dell, incluidas en las últimas páginas de la novela, son un toque de color muy dulce.» (Continúa leyendo en el artículo)
vía Serendipia: El café de los corazones rotos de Penelope Stokes.