¿EN QUÉ CONSISTE LA CALIDAD DE LA MÚSICA DE NÚCLEO ATONALISTA?
Planteamiento inicial del debate:
«Si lo que legitima o justifica la presencia de la música de núcleo atonalista en los escenarios es, como dicen, su calidad:
1.- ¿En qué consiste concretamente dicha calidad y cómo se demuestra ésta en cada obra?
Y si no es la calidad…
2.- ¿Qué otra cosa es y cómo se demuestra en cada obra?
3.- Lo que legitima o justifica las obras ¿es también el medio con el que se construyen las así llamadas actitudes «rompedoras» o el objetivo de éstas es también romper esa legitimación-justificación?»
Agustin Barahona: Esta es la ausencia de debate que más lógica me parecía de antemano. Lo cual, por si las dudas, no es ninguna provocación y no quiere decir nada más que lo que acabo de decir 😉
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Marc Garcia Vitoria: Querido Agustín, en el planteamiento de la pregunta veo un «como dicen» que se aleja de la objetividad que pretende el resto del post. ¿Quién dice que ése sea el criterio?
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Agustin Barahona: Estimado Marc, bienvenido. El «como dicen» hace referencia a lo que todo el mundo viene leyendo en el foro a través de sus múltiples debates –que te animo a que leas–. Eso es de hecho lo que suele decirse, que es la calidad la que permite juzgar la pertinencia de promocionar la música culta, pues de otro modo no podríamos llamarla culta. Es decir, entiendo que, por lo leído y razonado siempre, es y debe ser una obviedad. Abundando más, y ahora ya hablando sólo de lo que yo pienso, a mi juicio siempre debería haber dos elementos base en las obras de música culta que son promocionadas en los escenarios:
1.- Que posean calidad –o no serían música culta–.
2.- Que sean agradables y seductoras para la mayoría del público de la música culta en esa misma cultura.