«Un truco que usan quienes quieren engañar políticamente es condenar de modo general algo considerado por la inmensa mayoría de la humanidad como malo, pero cuando les preguntan por algún caso en concreto –al que ellos defienden– nunca responden directamente de ese caso en concreto, sino que en su lugar responden con la mentada condena general ***pero sin declarar que adscriben a eso condenable al caso concreto por el que les preguntan***. Observadlo en adelante.» [Agustín Barahona]
Por eso para resolverlo lo que hay que hacer es preguntar directamente al interpelado si adscribe el caso del que se habla a aquello que denuncia como malo. Por ejemplo: Alguien le dice: «Pepito es terrorista, ¿Condenas sus actos?» y el falaz responde: «Condeno enérgicamente todos los actos de terrorismo». No ha contestado la pregunta. Pero para resolverlo basta decirle: «¿Y consideras que Pepito realiza actos de terrorismo?» y de esta pregunta ya no puede escapar sin quedar al descubierto.