«Es increíble que el Estado no proteja la lógica contra las creencias. Pero así es, puesto que aún existe el delito de blasfemia disfrazado de ofensa a los sentimientos religiosos y sin embargo no existe el delito de incoherencia irracional. Así nos va, aún medievalizados.» [Agustín Barahona]
Ni tampoco existe viceversa, un delito de ofensa a la coherencia racional, por supuesto.