«Supongo que ya habréis leído nuestro informe sobre la denegación del Conservatorio Teresa Berganza del derecho a tener copia –informática o en papel– de la Programación General Anual (PGA) a sus destinatarios, los miembros de la comunidad educativa, a pesar de que en el resto de los conservatorios de Madrid es un documento público, en las redes incluso, porque en él no aparece nada que haya que ocultar.
Pues bien, también hemos de denunciar la denegación del Conservatorio Teresa Berganza del derecho a tener copia informática de ni más ni menos que LA PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA (PD). Pero además, no es la primera vez que un alumno mío –tengo sus relatos de los hechos por escrito– va a secretaría a pedir la Programación Didáctica de Piano –que es donde obligatoriamente ha de estar– y no se la dan [!]. Después de preguntarles de quién son alumnos, si es que no lo saben ya, las excusas para la denegación son de lo más variopintas: «Eso no lo tiene secretaría, lo tiene jefatura de estudios» o «no lo tiene Jefatura de Estudios, tiene que tenerlo secretaría» o «no lo tiene ni Jefatura de Estudios ni secretaría, lo tiene que tener tu profesor». Esto sin tener en cuenta que, sistemáticamente, si la piden por correo electrónico, aunque se dispone del formato electrónico –ya que así es como se hacen todos los documentos en el centro–, jamás se la dan y tienen suerte si desde secretaría les contestan diciéndoselo y no les dejan esperando una respuesta eternamente.
Vamos a mostrar en este pequeño artículo qué es lo que sucede realmente y a informar –para que a otros no les pase lo mismo– de lo que constantemente se quejan mis alumnos acerca del conservatorio y que yo no puedo solucionar porque no depende de mí.
En primer lugar, la lógica más básica dicta que la secretaría de un centro ha de estar disponible en los mismos horarios de la actividad mayoritaria del centro, y si un conservatorio es mayoritariamente vespertino la secretaría tiene que tener un horario mayoritariamente vespertino porque de lo contrario es imposible que la comunidad educativa pueda usar servicios de la secretaría en el momento en que les hacen falta, pues es obvio que, además, ni los padres de los alumnos ni éstos pueden venir habitualmente por las mañanas al centro porque o trabajan o están en los colegios e institutos, respectivamente. No hace falta ser muy listo para darse cuenta de esto ni para darse cuenta de que actuar al revés de la lógica es causar conscientemente un perjuicio a la comunidad educativa. Sin embargo, el Teresa Berganza tiene los horarios de secretaría al revés que los de la actividad mayoritaria del centro, es decir, la secretaría sólo está por las mañanas y el centro desarrolla la mayoría de su actividad lectiva por las tardes.
En segundo lugar, las normas dictan que la documentación de un centro que ha de estar a disposición de la comunidad educativa ha de tenerla la secretaría del centro a disposición de los alumnos y sus padres o tutores durante todo el curso, y la lógica más básica dice que las sucesivas programaciones didácticas tienen que quedar a disposición de las autoridades e investigadores acreditados, así como de los profesores y alumnos del centro –y sus padres o tutores– en el archivo informático del conservatorio donde fueron creadas. Pero no sólo eso, sino que la lógica más básica dicta también que todos los documentos normativos y organizativos del centro tienen que ser enviados en copia informática o en papel, con las debidas garantías de notificación legal, a los profesores del centro para que puedan cumplir su obligación: y esto no es así, no a todos los profesores se les envía toda la información. Yo, por ejemplo, no tengo copia alguna, ni en papel ni informáticamente, de la Programación Didáctica del Departamento de Piano para el curso 2015-2016 porque jamás me la enviaron, a pesar de que la pedí, así como reiteradas veces otros documentos que tampoco me enviaron ni me envían nunca –Programación General Anual, Reglamento de Régimen Interno, Copia de las Actas de las Reuniones del Departamento, etc–, como si no supieran cuáles son las normas legales, académicas y organizativas al respecto así como las obligaciones lógicas. Así pues, es cierto que los profesores tenemos que tener una copia informática de la PD de todos los años anteriores, pero obviamente es tan cierto como que sólo podemos tenerla si y sólo si nos la han enviado, que no es mi caso –no podemos crearla de la nada–, a pesar de que la he solicitado en varias ocasiones.
Para más inri de este preocupante tema –como véis (aquí no se pide a nadie que crea nada, todo es comprobable y, además de saberlo mucha gente, es fácilmente demostrable) sólo uno más de los que asolan al Teresa Berganza en un constante caos anual–, hace poco varios alumnos me decían que habían solicitado la Programación Didáctica del curso pasado, 2015-2016, y que les habían respondido en Jefatura de Estudios –y no en secretaría, lo cual es ya una anomalía que no debería aceptarse, pues la documentación normativa debe estar a disposición de la comunidad educativa sin restricciones, y someterla a sólo el breve horario semanal de Jefatura de Estudios es un recorte digno de Rajoy (pero no el único ya que tampoco se nos permite a los profesores ni al resto de la comunidad educativa registrar documentos de entrada antes de las 10 de la mañana ni después de la 1 de la tarde [!])– que la «política» del conservatorio es no publicar los documentos de la comunidad educativa en la web del conservatorio [!] y que, «por ello» –como si esto fuera un poderoso argumento en lugar de una irracionalidad– no envían la documentación por correo electrónico. Esa respuesta, traducida al español lógico es: «no actuamos como los conservatorios honestos que garantizan toda la documentación que le pertenece a la comunidad educativa en copias informáticas porque no nos da la gana», ya que nunca se ofrece una explicación lógica a tan peculiar como perjudicial comportamiento.
Finalmente, cuando mis alumnos han pedido la Programación Didáctica de Piano del año pasado no se la dejan ver en un documento oficial en papel sino que sólo les ofrecen verla «en una pantalla de ordenador de Jefatura de Estudios en horario de Jefatura de Estudios», documento que cualquiera podría haber modificado por miles de razones y que, por lo tanto no ofrece ninguna de las garantías mínimas legales y académicas, como Jefatura de Estudios y el centro tiene la obligación de saber y saben de sobra. Esto hace que el significado de lo que contesta Jefatura de estudios pueda ampliarse de la siguiente manera: «El Teresa Berganza no actúa como los conservatorios honestos que garantizan a toda la comunidad educativa toda la documentación que le pertenece en copias informáticas porque no le da la real gana, ya que todo el mundo sabe –hasta los estudiantes de los colegios– que nada impide difundir un PDF que se ha hecho incopiable e inmodificable, y cuyo original está depositado impreso en papel en la inspección educativa y en el archivo de la secretaría del centro con las legalmente obligatorias garantías de autenticación que han de cumplir los documentos normativos y organizativos de un centro, como está obligado a conocer cualquier secretario administrativo».
Y bien, argumentado todo esto: ¿alguien puede explicar por qué actúa tan extraña como antiacadémicamente el conservatorio Teresa Berganza? ¿Se han vuelto locos, ocultan algo muy grave, disfrutan fastidiando a la comunidad educativa o hay alguna cuarta explicación nunca ofrecida hasta ahora? Como dice el estribillo de la canción: ¿Chi lo sa, chi lo sa, chi lo sa?.» [Agustín Barahona]
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Actualización a 25 de noviembre de 2016: Parece ser que las denuncias públicas funcionan, porque hoy los padres de un alumno me han dicho que han conseguido, ¡por fin! –desde comienzos de curso– la Programación Didáctica.
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Nueva actualización: Incluso me dirigí por escrito y registro de entrada a la DIRECCIÓN DE ÁREA TERRITORIAL MADRID CAPITAL indicándoles que como las Instrucciones que rigen anualmente los conservatorios dicen, para este curso 2016-2017, acerca de la Programación General Anual que «Una vez aprobada un […] ejemplar de dicha programación será remitido a la Dirección del Área Territorial correspondiente, antes del 31 de octubre» y ya ha transcurrido largamente la fecha del 31 de octubre –por lo que dicha copia ha de estar ya en la DAT Madrid-Capital– les solicito con la máxima urgencia, en concepto de interesado y como miembro de la Comunidad Educativa del Conservatorio Teresa Berganza, que se me envíe copia completa de la Programación General Anual vigente actualmente en dicho conservatorio. Sin embargo, a pesar de que se entiende que era preceptiva la respuesta y el envío del documento solicitado, no he obtenido aún ninguna de ambas cosas.
¿Qué contendrá el misterioso documento como para que estén enredándose en un problema de este calibre con tal de no entregar esa documentación que le pertenece a la comunidad educativa?
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Nueva actualización: Han cesado-dimitido a la Directora de Área Territorial de Madrid Capital, Doña Belén Aldea Llorente.
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Nueva actualización: La nueva Directora de Área Territorial de Madrid Capital es Doña Coral Báez Otermin.
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Nueva actualización: Más de dos meses después siguen sin contestar desde la DAT-Madrid Capital a mi solicitud URGENTE de la copia de la PGA del Conservatorio Teresa Berganza y para que se sepa dejo constancia de ello.
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