«Un deshonesto director de un centro educativo si no tiene un real conocimiento de las normas que debe cumplir y hacer cumplir –ésa es una de sus principales obligaciones– se convierte en una torpe y ridícula marioneta en manos del poder, porque prefiere obedecer cualquier cosa que le digan presuponiendo que es legal –aunque habitualmente no lo sea– que simplemente dimitir por ser totalmente torpe e incompetente para ese puesto.
Si a esto le añadimos que los actuales directores de centros educativos son puestos políticos elegidos por el poder nos damos cuenta de la temible posibilidad de que totales incompetentes y corruptos estén dirigiendo la formación de nuestros hijos» [Agustin Barahona]
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Para todo aquél a quien le parezca increíble que los directores ya no los eligen los claustros de profesores sino que son impuestos por los políticos no tienen más que comprobar que al menos desde el 2013 no se le requiere absolutamente ninguna aptitud ni preparación a alguien para ser director, uno de los puestos de más alta responsabilidad en un centro de educación. Así nos va.
[Requisitos para ser candidato a Director
a) Tener una antigüedad de, al menos, cinco años como funcionario de carrera en la función pública docente.
b) Haber impartido docencia directa como funcionario de carrera, durante un período de igual duración, en alguna de las enseñanzas de las que ofrece el centro a que se opta.
c) Estar prestando servicios en un centro público en alguna de las enseñanzas de las que imparta el centro al que se opta, con una antigüedad en el mismo de, al menos, un curso completo al publicarse la convocatoria, en el ámbito de gestión de la Comunidad de Madrid.
d) Presentar un proyecto de dirección que incluya, entre otros, los objetivos, las líneas de actuación y la evaluación del mismo.
e) No haber sido cesado como Director por incumplimiento grave de las funciones del cargo o haber transcurrido más de tres años desde dicho cese.
f) No tener nombramiento como Director de centro que se extienda a fecha posterior a la de toma de posesión prevista en esta convocatoria.
Y como decía el simpático personaje del cerdito Porky Pig en las series de dibujos animados, en lo que respecta a lo que se le exige a alguien para ser director de un centro educativo: ¡Eso es to…, eso es to…, eso es todo amigos!]
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