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Categoría: Ciencia

Posibilidades infinitas NO pueden permitirlo todo. - mayo 27, 2022 por Agustín Barahona

«Hay gente que piensa que ante posibilidades infinitas todo puede darse, pero no es cierto. Bajo las mismas leyes universales, aunque haya posibilidades infinitas de algo no se dará nunca si es imposible.

Incluso ante la posibilidad de que puedan surgir infinitos multiversos con leyes particulares para cada uno, esta obviedad que enuncio aquí se sigue cumpliendo siempre al mismo nivel del sistema de leyes que determina la posibilidad original de creación de infinitos universos. Es decir, bajo las mismas leyes primigenias que generasen esos posibles multiuniversos no podrán darse nunca aquellos que sean imposibles.

Nunca todo es posible. Por eso conocer qué es posible, qué no lo es, y –sobre todo– por qué, constituye en sí mismo un gran poder para el avance de todo conocimiento»

[Agustín Barahona]

QUE NOOO, QUE EL ADN NO ES UN CÓDIGO LINGÜÍSTICO - mayo 26, 2022 por Agustín Barahona

«Cuando oímos la palabra código enseguida vienen a nuestra mente conceptos como espías, transmisiones secretas, claves encriptadas o incluso, ya algo más alejadamente para el tema que nos ocupa, la idea de un libro grueso que contiene leyes jurídicas. Es debido a que la idea central de este concepto es lo que necesita de un sistema de reglas para poder ser transmitido. Todo ello lo recoge perfectamente el diccionario de uso del español de la R.A.E., donde actualmente en su punto 4 nos define el concepto prototípico del que hablaba explicándonos que un código es un «sistema de signos y de reglas que permite formular y comprender mensajes secretos.»

Aunque se lo ha llamado código en sentido coloquial –por culpa de los primeros divulgadores, que lo entendieron inadecuadamente, así como por la impericia lingüística de algunos científicos– el ADN no es estrictamente hablando un «código lingüístico», en su sentido criptográfico, como algunas personas han llegado a creer, puesto que no transmite mensaje alguno, sino que se trata de una «patronificación», puesto que consiste simplemente en determinadas organizaciones combinatorias fijas dependientes de una estructura química a nivel atómico que las obliga a relacionarse de un modo concreto.

Pensar que esta combinatoria fuera un código en vez de lo que es, una patronificación, sería como si tiráramos unidades de una sopa de letras dentro de un bol y, tras agitarlo y mirar dentro los resultados después de un rato, creyéramos que porque las jotas y las ces tienden siempre a aparecer enganchadas en pares con las letras con óvalos cerrados y estas últimas nunca aparecen combinadas entre sí, por ejemplo, eso indica que alguien nos está intentando enviar un «secreto mensaje» desde el más allá 😉

Nada más lejos de la realidad.

Ojalá las ciencias en general entiendan algún día que, al igual que los trabajos y explicaciones de cada una deben ser hechos por sus respectivos especialistas, la muy importante y crucial actividad de dar nombre correcto a las cosas debería ser siempre realizada, sin improvisación alguna, por los científicos especialistas en esa tarea: los lingüistas. Mucho más si tenemos en cuenta que, tal como ya señalaba el filósofo Baruch Spinoza, la mayoría de los problemas de los seres humanos devienen de no saber dar nombre correcto a las cosas.» [Agustín Barahona]

¿ES TAN URGENTE Y REAL EL PELIGRO DEL CAMBIO CLIMÁTICO? - abril 28, 2022 por Agustín Barahona
Científicos alertan los peligros del cambio climático para la raza humana

Un amigo me escribe para decirme que él piensa que todo es muy exagerado y que no es para tanto. Respeto su anonimato, porque no ha querido decírmelo en público, quizá porque se da cuenta de las consecuencias que para él tendría el hacerlo, pero le contesto en público porque pienso que la respuesta puede ser interesante para más de uno.

«Querido XXXX, la situación mundial actual es calculable por cualquiera con un lápiz, un papel y que haya estudiado la física de bachillerato, por lo que no se trata de «creer» a unos u otros, se trata de verificar las cosas por uno mismo. Los propios hechos coinciden con los cálculos que todos podemos también realizar. Aunque actualmente paráramos todas las máquinas de la Tierra, ya sólo la 1ª Ley de Newton haría su efecto y la temperatura seguiría subiendo exponencialmente un tiempo, así que hay que intentar dejar esto bajo los mínimos imprescindibles para poder hacer una transición a una situación mundial realmente sostenible que tendría que haberse comenzado a hacer en los años 90 del siglo pasado y que ha sido ignorada olímpicamente por todo tipo de negacionismos políticos hasta el punto en que ahora nos encontramos de límites finales.

No hay mucho «interés creado» es una cuestión de obviedad pura y dura, ya sólo con Newton al lado. Yo no me guío jamás por movimientos políticos, siempre voy a las fuentes y estudio las publicaciones científicas que al respecto se hacen, contrastando datos y mediciones entre todas ellas y estudiando también los metaestudios, todo ello por tener información más fina y saber qué se puede hacer. Vamos ya muy tarde en todo y personalmente no sé cómo vamos a hacer para expulsar al espacio toda la energía sobrante que se acumula segundo a segundo cada día bajo la atmosfera. Nos vamos a cocer vivos si es que antes no se nos lleva por delante alguna de las múltiples catástrofes cuya distribución natural va a ser cada vez mayor en espacio, tiempo e intensidad, como viene comprobándose en los últimos años. Piensa que habitualmente en los estudios que se publican no suele hablarse del factor de aceleración, pero calcular esas derivadas es muy fácil: esto va cada vez más rápido.

La culpa la tienen políticos, negacionistas y políticos negacionistas que no se han tomado esto en serio por no tener la formación científica adecuada y no han hecho caso de los científicos hasta que ya los hechos hablan por sí solos. Personalmente, insisto, pienso que con los datos en la mano ya es demasiado tarde y realmente, en los próximos 80 años, sólo van a quedar vivas progresivamente las personas con una alta tolerancia al calor, en el mejor de los casos, como digo.

Cada uno puede tomarse la realidad y sus golpes como lo desee, pero pienso que nos ha tocado vivir un tiempo en el que decir que no participamos en hacer algo para hacer que esto pueda llegar a ser soportable o controlable de algún modo sólo porque la culpa la tienen los políticos por no haber actuado a tiempo sería tan pueril como decir que si vivimos debajo de un puente es por culpa de nuestros profesores que no nos enseñaron bien. Las «histerias» van a depender exclusivamente del grado de conciencia que tenga la gente de la realidad. Y aún así espero que los que son muy conscientes de la realidad –lo cual es, como digo desde el principio, muy fácil– no se histericen y mantengan la calma para poder colaborar inteligentemente a resolver este problemón que nos han echado a todos encima injustamente y del que nadie puede zafarse, desgraciadamente.

Un abrazo.»

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