«Aquellos profesores de música que recomiendan el interpretarla con honestidad pueden estar refiriéndose a hacerlo decente o decorosamente, recatada o pudorosamente, razonable o justamente, proba, recta u honradamente. Es decir, puede significar tantas cosas distintas, de límites mezclados y ambiguas que es como el pedir respeto para lo que uno dice en sociedad, o sea, un comodín para lograr que te dejen hacer lo que tú quieras sin tener que dar explicaciones o para que lo que tú quieras hacer puedas convertirlo en norma sin justificación alguna y cuando te convenga.

Pero incluso suponiendo que el concepto de honestidad de quienes la piden en la interpretación musical tuviera en sinonimia todas esas acepciones posibles, en referencia a la última, el interpretar honradamente, sólo podría significar o bien hacerlo con honra, lo cual nos lleva a referir el hacerlo con estima y respeto de la dignidad propia –nuevo comodín, pues no puede saberse cuál de todos los posibles acepciones y sentidos es a lo que con eso se referirían en relación a la interpretación musical– o bien con rectitud de ánimo o integridad en el obrar –lo que nos retrotrae de nuevo a la ambigua interpretación recta, proba e intachable–.

Por todo ello, lo único a lo que pueden estar refiriéndose quienes piden interpretaciones musicales honestas es a seguir las posibilidades que el compositor instruyó mediante la notación en la partitura de modo que el resultado sea coherente. Es decir, una interpretación resultante en una única obra con un estilo y procedimiento únicos de decodificación y comunicación, presentes en todas sus partes, y un claro y único sentido –de todos los posibles significados de la obra–, todos ellos derivados de la voluntad del compositor plasmada en la partitura. En pocas palabras, hay que interpretar no con honestidad sino con inteligencia, coherencia y fidelidad a lo escrito por el compositor, que es mucho más que con honestidad y muchísimo más claro y concreto.

¿No sería más fácil explicar esto que referir entelequias anfibológicas, sinonímicas y ambiguas que permitan después hacer significar a conveniencia lo que al profesor le dé la gana que signifique en ese instante? Eso es proceder con cualquier cosa menos con honestidad.» [Agustín Barahona]

marzo 15, 2014 a las 2:55 pm por Agustín Barahona
Categoría: Arte, Humanismo, Musicología, Reflexiones
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