«Lamentablemente, la frase de Allen asume, quizá con demasiado optimismo, que el público que juzga el fingimiento es inteligente. Sin embargo, ante un público imbécil no podría notarse diferencia alguna, pues allí *un imbécil sí que podría fingir ser inteligente*. De hecho esta situación es muchísimo más habitual que la que plantea Allen.
Así que la frase correcta, tal como al menos yo siempre la he enunciado, es:
«La ventaja de ser inteligente es que se puede fingir ser imbécil mientras que al revés es imposible… siempre que el público sea inteligente» (conditio sine qua non) 😉
Un abrazo» [Agustín Barahona]
Me decían sobre esto en facebook:
Beatriz Sobrero: Si…acuerdo…y le sumo que raramente un verdadero inteligente se cree inteligente….wek…se complica….es presumido o inteligente!!!!
Agustin Barahona: «raramente un verdadero inteligente se cree inteligente» Eso, me temo que es falso 😉 Cualquier persona inteligente puede comparar perfectamente su inteligencia con la de otros y estimar cuál es la posición en rango de cada una. Es la sociedad mediocre y sus dirigentes quienes suelen intentar que se crea que los verdaderamente inteligentes no se creen inteligentes, para así fomentar el que los inteligentes sientan pudor de mostrar serlo y no les estorben en sus propósitos. 😉 Por eso ninguna persona verdaderamente inteligente ha picado jamás en algo tan burdo 🙂