«¿Cómo es posible, y más en un país aconfesional como España, que pueda haber delitos contra los «sentimientos religiosos«, que son irracionales, y no contra los «conocimientos científicos«, que son racionales?» [Agustín Barahona]
«¿Cómo es posible, y más en un país aconfesional como España, que pueda haber delitos contra los «sentimientos religiosos«, que son irracionales, y no contra los «conocimientos científicos«, que son racionales?» [Agustín Barahona]
Recuérdese además esta entrada http://www.agustinbarahona.com/blog/los-limites-de-la-libertad-de-expresion/
Por otro lado, según mi modesta opinión y ante el relato de los hechos realizado por todos los protagonistas y testigos y recogido por los medios de comunicación, si el objetivo del acto era protestar por el uso de un espacio público pagado con dinero público para fines religiosos, siendo España un país aconfesional –lo que hace esa situación de una capilla en la Complutense insostenible– hay métodos mucho más eficaces para lograr los objetivos sin necesidad de exponerse a que puedan acusarte de delitos medievales sólo por las creencias irracionales de un grupo de ciudadanos que están protegidas en el código penal por encima de toda lógica.
Maestre, en este caso, está siendo vapuleada sólo por su pertenencia a un partido político como Podemos, al que la mayoría de los PePitas y asociaciones ultracatólicas y ultraderechistas tienen pavor, por lo que se vé, e intentan demonizarlo con muy escaso éxito entre las personas inteligentes que buscan verificarlo todo –a los de Podemos, o cualesquiera otros, hay que acusarlos de lo que sea verdad probada, no de cualquier cosa falsa que a alguien se le ocurra o buscando en el pasado de la gente bajo los estratos más profundos cuando ni siquiera el partido existía–.
Parece que fiscalía intenta acusar a Maestre de cosas que no se ha probado que hiciera y ella ha negado, como leer un manifiesto o profanar objetos que jamás tocaron siquiera o intentar ofender los sentimientos religiosos –¿cómo se puede demostrar la intención de la conciencia de un ser humano si ninguno de los hechos lo atestigua? ¿acaso es «objetivamente ofensivo» que un hombre o una mujer desnuden su torso como un acto simbólico conjunto quedando en ropa interior? ¿dónde está la ofensa en ello si hay un señor clavado y masacrado en una cruz y con el torso desnudo, sólo cubierto el sexo por paños, en toda sala dedicada al culto católico? ¿en un estado aconfesional hay alguna norma que obligue a conocerse el contenido de todas las religiones para así saber con qué extrañas ideas podrían aducir sentirse ofendidas?— Además, la propia Maestre ha declarado en repetidas ocasiones respecto al evento: «fue una protesta pacífica que yo no organicé. Me la encontré y acompañé a los manifestantes. Fue a favor del laicismo y para que se dejaran de utilizar los edificios públicos para fines religiosos y no académicos».
En resumen, en las circunstancias narradas sólo un juez o bien prevaricador o bien muy equivocado o bien que pusiera por encima de su lógica sus sentimientos religiosos –confesos o no– podría dictar sentencia desfavorable. Es mi humilde opinión.