Planteamiento del debate:
¿Cuál creéis que de hecho es el papel de la Música Clásica en la Cultura de nuestro tiempo en el así llamado Mundo Occidental, cuál creéis que debería ser dicho papel y cómo podemos colaborar todos a que dicho papel se realice y desarrolle adecuadamente?
Tere C Iriarte: como Profesores, y Formación Académica,nosotros/as ,tenemos mucho que aportar a la juventud y niños que quieran saber mas de la música clasica,,ya que pienso que esta en declive por las Nuevas Musicas mque vienen,,conciertos, eventos ,foros ,,todo es positivo para este cometido y juntar ideas,,encantada de pertenecer al grupo
Agustin Barahona: Un placer tenerte con nosotros, Tere.
Creo que uno de los papeles fundamentales de la Música en toda Cultura es la formación de la sensibilidad de lo inefable, de aquello que no puede ser expresado con palabras del modo más cercano a la parte del lenguaje que está relacionada con las emociones, las intenciones y el modo en que usamos el lenguaje para hacerlo significar y que, según la antropología tradicional, fue poco a poco especializándose y separándose de la funcionalidad original del lenguaje primitivo hasta constituir dos entes culturales complementarios para la comunicación de lo inefable y lo efable, como digo, lo que no se puede expresar con palabras y lo que sí. Así pues considero que dicha formación de esa sensibilidad es completamente necesaria para poder no sólo expresarnos más completamente sino también para poder comprender a los demás de un modo más cercano y para poder ampliar el espectro de posibilidades de distinción y comprensión en el mundo de la comunicación de las emociones.
Yo no pienso que la Música Clásica esté en «declive», porque en realidad no ha desaparecido en absoluto de los escenarios y del mundo de las grabaciones discográficas, por no hablar de la música de películas, donde cada vez tiene más fuerza y es más imprescindible como segunda línea argumental o incluso como un personaje más. Lo que ha sucedido es que durante una serie de años en varios países donde el poder político era quien pagaba a los músicos se ha dado prioridad a las así llamadas músicas de vanguardia y se ha llegado a decir que éstas eran la música clásica de nuestros días cuando en realidad no se han tornado en general en modelo digno de ser imitado o punto de referencia de excelencia cualitativa como si lo ha venido haciendo la música clásica –o dell’arte, como dicen los italianos–.
Estoy de acuerdo en que todo aquello que pueda fomentar la calidad de la Música debe ponerse en marcha por doquier. Pero no quisiera acaparar el debate, porque reconozco que son decenas las cosas de las que se puede y debe hablar. Por ello lo dejo provisionalmente aquí.
Agustin Barahona: Un apunte breve: está claro que todo acto cultural puede tener algo de espectáculo pero no todo espectáculo tener algo de cultural –cultural en su sentido de intelectual– necesariamente. Uno de los problemas que tenemos en nuestros días es que se confunden –o se hacen confundir– ambas cosas y es una de las bases sociales que sostienen la así llamada «música de consumo» o «comercial». Otro tema del que habría mucho que hablar y que, efectivamente, debido al fomento intensivo que se ha hecho de este tipo de música y la práctica ausencia de fomento de la música clásica se está produciendo que se pierda en su dimensión adecuada todo lo que ésta aporta a la sociedad moderna.
Angela Vilagran Nogues: También la encorsetada palafrenaria que acostumbramos a dar a la música clásica deberia variar, para acercar más a los jóvenes, solamente cambiar la indumentaria , la presentación y algo de audiovisual en algunos conciertos los podrían hacer más atractivos y más adecuados a nuestros tiempos.
Ah! y gracias por admitirme en el grupo!
Inma J. Ferrero: Creo que en la actualidad no se da una imágen nítida sobre la música clásica, sobre la intensidad de su belleza, etc. No se hace atractiva, sigue dándose una visión encorsetada de esta y los teatros no ayudan en nada a su difusión a otro público que no sea el mismo, es decir, que no se preocupan por el posible nuevo oyente.
Agustin Barahona: Personalmente estoy de acuerdo con ambas, Ángela –gracias a ti por aceptar nuestra invitación– e Inma, se trata de adaptar la presencia sin renunciar jamás a la esencia, pues si ésta cambiara seríamos ya otra cosa. Hay una parte de ritual en el hecho musical que puede ser perfectamente adaptado a los tiempos actuales sin perder en absoluto su eficacia. Los medios audiovisuales pueden tener en algunos casos incluso una función didáctica a la que la gente puede atender o no según se exponga en la sala –porque puede haber obras que requieran para sus oyentes la máxima atención exclusivamente en la música, sin distracciones–. Y también, de hecho, creo que en otros países europeos, por ejemplo, se están promoviendo mucho en las programaciones de las salas de conciertos el incluir música de cine, que es una tipología de música muy relacionada con las vivencias estéticas y artísticas del público moderno. Seguramente de este modo los programas podrían promocionarse más y mejor en algunos casos, atrayendo más público adecuado al disfrute de la música clásica. Si la radio o la televisión promocionasen constantemente anuncios de estos eventos para mucha gente esos contenidos pasarían a formar parte indisociable de sus vidas. En verdad, extraña e inconcebiblemente, teniendo en cuenta el mundo tecnológicamente avanzado en que vivimos, no se están aplicando inteligentemente todos los recursos de que disponemos para hacer que la gente se eduque más y mejor y por ello sean seres humanos más libres. Me pregunto por qué será
Angela Vilagran Nogues: Seguramente será por que se piensa que lo clásico «no vende», está mucho dinero, managers, patrocinadores y otras historias de por medio que por cierto son absolutamente incultos,»musicalmente hablando» y sólo se trata la música como un negocio aborregando entodo lo posible al público, en este caso jóvenes.
Tampoco nos ayuda en nada, y creo que aquí está uno de los meollos básicos de todo, la educación musical de nuestro país en la enseñanza general, un cero a la izquierda entodos los sentidos, costarria tan poco ver como funciona para dar un ejemplo en este sentido Alemania, y comparar……..
Tere C Iriarte: antes, en Donosti, había Banda Municipal, que todos los domingos tocaba en el Bouleward, y una Orquesta , que`no era la de Euskadi, claro,,pero hacia sus recorridos en Guipuzcoa, ahora en Musikene está haciedo muchos cociertos los alumnos,y yo no soy de Musikene ..eh ,,que es lo unico que se aprecia ,,que se hace, pero tocan por placer opor el exame que tieen dentro de 2 meses,,pero los politicos no hacen nada por la cultura Musical de nuestro Pais,,solo Normas,,minutaje,,,despidos, formas de dar la clase anti-pedagogicas ,,se mezcla la musica con otras artes,,se desbarajusta todo y asi nos va,,somos titiriteros en este teatro¡¡buenos dias–
Angela Vilagran Nogues: cOMPLETAMENTE DE ACUERDO!
Agustin Barahona: Si se quisiera, actualmente los medios de comunicación tienen poder y técnicas para vender frigoríficos a los esquimales si necesitaran hacerlo. Así pues, también si se quisiera se podría fomentar la Música Clásica dónde y cuando hiciera falta, ya que todos los requisitos previos de agradabilidad al Gran Público ya los posee y no habría que hacer grandes esfuerzos. No obstante, el problema es complejo, porque los post-líticos (para entender por qué los llamo así véase el pertinente artículo en mis notas) en realidad no suelen ser personas no ya que tengan una calidad de formación musical sino que tengan siquiera cultura intelectual, salvo muy honrosas y aisladas excepciones. Así que si la gente que nos gobierna no son gente culta, cultivada intelectualmente y con amplios conocimientos didácticos de los que valerse, es muy difícil esperar otra cosa ***de ellos*** que la que vemos.
El tejido musical divulgativo se ha perdido casi por completo en España. Cuando era pequeño había decenas de conciertos en las únicas dos cadenas de televisión que había e incluso programas que fomentaban la competición cultural musical y la formación artístico musical, y todo ello en franjas horarias de máxima audiencia. Ahora para conseguir ver un concierto en la televisión de las decenas de canales tienes que levantarte cuando aún no han puesto los árboles en la calle y escucharlo con auriculares, debido a las horas. De pequeño los telediarios tenían un espacio fijo dedicado a la crítica musical que, independientemente de lo bien o mal que se hiciera, tenía así una presencia constante en la información del mundo que recibía el televidente. Pero hoy la música comercial y de consumo ha cubierto por completo ese espacio, en buena medida debido a la discontinuidad de ese fomento cultural musical producido por las vanguardias y su sinsentido. Esto produce muchos otros monstruos sociales, como el que ya habéis referido también sobre que la formación musical en los colegios es nefasta y mal concebida, con programas repletos de errores, conceptos equivocados, mezcla extraviada de ideas, además de enseñada en muchísimos casos por personas no adecuadamente cualificadas e incluso a veces sin la cultura debida (por no hablar del tema de las misteriosas «afines» en la realidad fuera de la norma).
En fin, que como véis, hay muchísimo trabajo que hacer y no hay que desanimarse, sino todo lo contrario. Recordad lo que decía al principio de esta entrada: si se quisiera disponemos de medios para asimilar todo lo mejor que ya existe en muchas partes del mundo y además para poder promocionar la Música Clásica en el tejido vital de nuestra existencia. Es sólo saber adaptarse a la realidad distinguiendo lo esencial de lo superfluo y, por ello, prescindible o cambiable. O al menos es mi humilde opinión.
Agustin Barahona: Vera Assis wrote:
«La Música no sólo hace bien a los oídos. También ayuda a los niños y adolescentes a desarrollar la coordinación motora, expresión corporal, el razonamiento y matemáticas. Hasta diciembre de 2012, todas las escuelas de Brasil tendrán que ofrecer lecciones de música en educación primaria y secundaria.
Aprender nociones de música, instrumentos y ritmos folklóricos regionales y. Todo el estado, los departamentos municipales y federales de educación en todo el mundo deberían ofrecer lecciones de música «Tenga un maravilloso fin de semana con mucha paz y amor en el corazón» ?. (Traducido por Bing)
Agustin Barahona: Rosa Maria Hoces Herrero: «REFERENTE AL PAPEL DE LA MUSICA CLASICA EN NUESTRA CULTURA….LA MUSICA CLASICA,JUNTO CON LAS DEMÁS ARTES CLASICAS SON ELEMENTO INDISPENSABLE DE REFINAMIENTO DEL ALMA Y DEL ESPIRITU.DE LA SOCIEDAD ACTUAL ¿OS PARECE POCO PAPEL?»
Agustin Barahona: «Si la cultura es puramente entretenimiento, no importa nada. Si se trata de divertirse, un embaucador puede divertirme más que una persona profundamente auténtica, sin duda. Pero si la cultura significa mucho más, entonces sí es preocupante. Y yo creo que la cultura significa mucho más; y no solamente por el placer que produce leer una gran obra literaria o ver una gran ópera o escuchar una hermosa sinfonía, o ver un espectáculo exquisito de ballet, sino porque el tipo de sensibilidad, el tipo de imaginación, el tipo de apetitos y deseos que la alta cultura, el gran arte, producen en un individuo lo arman y equipan para vivir mejor: para ser mucho más consciente de la problemática en la que está inmerso, para ser mucho más lúcido respecto a lo que anda bien y a lo que anda mal en el mundo en el que vive. Y también porque esa sensibilidad así formada le permite defenderse mejor contra la adversidad y gozar más, o en todo caso sufrir menos.» [Mario Vargas Llosa]
Agustin Barahona: Un relato emotivo sobre el poder de la Música Clásica en nuestras vidas. Benjamin Zander es director de la Sinfónica de Boston. Puede que como pianista pueda dejar que desear pero como director y comunicador es genial. Lo que aquí importa no es él, sino lo que dice. Os recomiendo que le escuchéis hasta el final: pondrá vuestros ojos brillantes con reflexiones tan poéticas como pragmáticas, filosóficas, reales y simpáticas. Y tiempo después de haberlo escuchado…. seguiréis con los ojos brillantes http://youtu.be/71w-oasL6iQ
Pedro J. G. Gambín: Todo lo leído hasta ahora me parece muy bien. Más allá de filosofías y poéticas, que se admiten con mucho agrado, el problema de la música clásica actualmente esta en insistir en separarse de otras músicas. Unirse, forme parte del tejido cultural de forma viva y apasionada, con ganas y pasión, es lo que debe hacer, hay pocos ejemplos de ello, y debería haber más. Son malos tiempos, y eso afecta a la música pero no sería este el mejor momento para poner en marcha una forma de hacer musicalmente diferente, una forma que respete, asuma y amplie sensibilidades diversas. A pesar de otros problemas, que los hay, no esquivemos balones, El poder esta en las manos de los que manejan el instrumento.
Agustin Barahona: Hola Pedro, bienvenido a «Música y Cultura (M&C)». La mayoría de las producciones culturales actuales no hacen una separación del resto per se, sino que es la propia naturaleza de esas producciones y el propio público que las aprecia, así como una serie de factores psicosociológicos, lo que va determinando su lugar en la cosmovisión civilizatoria. No se hacen planteamientos a priori del lugar que deben ocupar las cosas en una sociedad sino que es ésta la que va determinando su lugar de un modo natural en función de lo que son las cosas en sí mismas para ella. Por poner un ejemplo, es evidente que no es lo mismo la música culta que la música popular, ni en medios, ni en objetivos, ni en planteamientos ni en varias otras cosas más. Lo que tienen fundamentalmente en común es que ambas son música porque participan de una estética promovida y corporeizada por sonidos y tiempo combinados con esas finalidades estéticas de naturaleza emocional. Pero para poder componer verdadera música culta hacen falta una gran cantidad de conocimientos complejos y una serie de habilidades y destrezas cognitivas que no hacen falta en absoluto para componer música popular –de ahí también, en parte, su nombre–. La música clásica de hecho ya forma parte del tejido cultural de forma viva y apasionada para quienes la sienten viva y apasionada, por lo que no entiendo bien a qué te refieres cuando dices que de esto «hay pocos ejemplos de ello, y debería haber más». Lo que hay que hacer es ***desarrollar las posibilidades de que la gente conozca unas y otras músicas*** y que elijan por sí mismos en función de su cultura y su sensibilidad –que debe igualmente fomentarse y educarse desde la más tierna infancia–. A la mayoría de los músicos clásicos no sólo nos gusta la música clásica sino también la música popular –en ambos casos hablamos de la música de calidad en esas categorías–, pero no suele ocurrir tanto a la inversa –en nuestros días– no porque la verdadera música clásica no pueda gustar a todo el mundo, sino porque habitualmente la gente se forma muchos prejuicios falsos en contra de la misma y no se dan la oportunidad de conocerla. Personalmente no creo que el poder de difusión esté en manos de nosotros, los músicos, sino en manos de los post-líticos [sic], y otras entidades afectas a éstos, que manipulan los medios de masas hacia direcciones precisas. Sobre este tipo de particulares temas de análisis –como por ejemplo, de dónde surge la falacia de que la música clásica es separatista, como tú apuntabas– nuestro grupo/foro está repleto de argumentos desmitificadores y reveladores a través de todos los temas de debate, y te invito a que puedas disfrutar de ellos y aportar también tus razonamientos al respecto, si lo crees necesario. Un abrazo.
Pedro J. G. Gambín: a ver ha que empezar por cambiar el lenguaje. Música «culta» y música popular, son denominaciones caducas. Y para componer el música (Lo de culto yo ya deje de usarlo hace años…)también hace falta una gran cantidad de conocimientos técnicos complejos, experiencia, destrezas etc…. Ese es uno de los principilaes problemas la discriminación que haces al hablar, cuando sabes de sobra que compositores como Bartok, o Kodaly usaban esa otra música para realizar sus obras, y que autores como Mozart, strauss, etc… tienen obras de géneros no cultos. La música es música. Hay que romper etiquetas y no caer en la falacia de los mercados o las institucionalizaciones. Difundir que? la música, pues a la calle y a tocar, a buscar bolos como hace todo el mundo. A vivir y compartir. Conozco a cientos de músicos de Jazz, Folk, Rock, Pop, Flamenco, Latino, Gospel, Musical, y todos están en las mismas. Nos necesitamos los unos a los otros. Un abrazo
Agustin Barahona: Estimado Pedro, ¿por qué crees que el correlato culto-popular es caduco para la música? Yo veo perfectamente su eficacia y vigencia y no veo en absoluto su caducidad. ¿Serías tan amable de argumentárnoslo?
Por otra pate, cualquier músico clásico puede componer de inmediato cualquier música popular en cualquier estilo y sin embargo es muy raro ver el fenómeno del revés. De hecho, a los músicos clásicos se nos forma también en música popular, y, además de realizar composiciones puntuales de música popular en diversos contextos, es habitual en la música clásica que se incluyan a veces fragmentos originales propios, «à la manière de», imitando el estilo de la música popular, para representarla; pero no se vé nunca que compositores sólo formados en música popular de repente incluyan música culta como no sea para hacer una cita mediante grabación y, por supuesto, siempre de otro autor, nunca propia. Por lo tanto, te ruego que seas tan amable de decirnos qué tendría que conocer el músico culto para componer música popular para lo que no esté formado e informado ya en su larguísima carrera –de las más largas del mundo, por cierto–.
No hay discriminación en la descripción, Pedro, ¿dónde la ves tú? Que algunos compositores de música clásica hayan usado de temas de música popular es normal, como te digo, porque para el músico clásico, con los medios y conocimientos de que dispone es algo habitual y sencillo el poder hacerlo, sin embargo, que ocurra al revés, repito, es extremadamente raro, ***como no sea que el músico que se dedica a música popular haya tenido formación clásica, en cuyo caso estaríamos hablando de lo mismo***. Son dos tipos de formación distintos: una que requiere de una gran pericia intelectual y artística en multitud de temas conceptuales, técnicos y prácticos y otra que requiere de una pericia básica y tiende más a lo artesanal –lo cual es algo tan digno como lo que más–.
Los músicos clásicos ya buscamos «bolos» como todo el mundo, ya vivimos y compartimos la música, como dije en mi anterior mensaje. Y nadie ha dicho que no nos necesitemos los unos a los otros –de hecho no sólo los músicos nos necesitamos los unos a los otros sino también las personas inteligentes que deseamos que la civilización no se retrotraiga y que todo siga adelante haciendo lo que debe hacerse para que esto sea así, por ejemplo–, lo único que he dicho es lo expresado en mis dos mensajes. Si lo que proponías eran estas cosas, ya se están haciendo desde siempre, en algunos instrumentos más que en otros, porque lo que diferencia estas cosas sobre las que hablamos es su propia naturaleza, que es la que al final aglutina las etiquetas identificativas, non viceversa.
Santiago Urbana: Qué tal Pedro?
La música popular y la académica o culta (o «de creación») son dos cosas distintas y normalmente cualquiera sabe diferenciarlas.
No le veo necesidad de intentar mezclarlas como si fueran lo mismo, porque no son lo mismo. Cada una tiene su público y tiene sus características y objetivos distintos, porque si no las tuvieran serían imposibles de distinguir.
Juntas en lo que haga falta, pero no revueltas.
Hay que saber distinguir buen las cosas para no confundir más a la gente. También son primates los monos y los hombres y, fuera chistes, juas, serían difícil de confundir. Porque dos cosas compartan algunas características no por eso tienen que ser lo mismo. Hay muchos tipos de primates igual que hay muchos tipos de músicas y muchos tipos de pinturas y muchos tipos de comidas y muchos tipos de aromas y muchos tipos de emociones, etc Y no son lo mismo.
Santiago Urbana: Pero yo lo que no he entendido de tu intervención es qué es lo que querías aportar en este debate sobre «cuál es el papel de la música clásica en el mundo occidental en la cultura de nuestro tiempo y cómo se puede colaborar para que ese papel se realice». No se pregunta por la música popular porque no tendría sentido, porque la música popular está ahora instalada por todas partes en el mundo y la oímos a todas horas en todas partes, hasta sin querer.
Ojo, que yo no sé qué es lo que tú entiendes por música clásica como para que le atribuyas esas características raras de separatismo y elitismo que no tiene y sin embargo digas que sus caraterísticas normales son producto de «mercados» o de «institucionalizaciones».
Lo mismo la estás confundiendo con otras cosas. Que podría ser.
Santiago Urbana: Por ciertoooo, ¡el video de la charla de Banjamin Zander muy bueno!
Cuánta gente como este director nos haría falta a los músicos académicos en las salas de conferencias de todo el mundo y hasta en los teatros para que la gente que cree en mentiras aprendiera el valor de verdad que tiene la música clásica en la vida!
Santiago Urbana: Pedro, no sé si lo has leído pero te recomiendo el tema de debate de M&C llamado «LO HORROROSO/ESPANTOSO DE LA MÚSICA CLÁSICA EXPLICADO».
Te gustará leerlo si no lo has hecho ya.
Pedro J. G. Gambín: Gracias lo leeré.. Es un debate largo. Debe ser que tradicionalmente he visto como esos dos términos se usaban de forma discriminatoria. (por ambos lados) La formación no debería ser limitada al uso que vosotros llamáis culto, la técnica es la misma realmente, es un cambio de concepto, más que mental de actitud, me encantaría seguir hablando del tema, pero hoy ya no puedo, tengo obligaciones. Ha sido un placer, gracias por generar debate en torno a la música. Y por vuestros comentarios. Volveré….
Agustin Barahona: No entiendo por qué dices que la formación «no debería ser limitada al uso […] culto». Ese no es un problema de los músicos clásicos, que no limitamos nada, sino en todo caso de quienes no se forman en todo lo que nosotros debemos aprender para poder ejercer nuestra profesión. Esa compleja y amplia formación está abierta a todo el mundo que tenga capacidades para poder adquirirla y aprovecharla. En cuanto a lo que dices de la técnica simplemente no es cierto, ***no es la misma***, obvia y objetivamente, y a los hechos y evidencias diarias nos remitimos todos, Pedro. Si fuera la misma en ambos lados se necesitaría estudiar lo mismo para poder componer música culta y música popular y sin embargo no es así, como ya hemos mostrado y argumentado. Además, estoy observando que no has contestado a ninguna de las objeciones que se te han hecho y creo que deberías, porque si lo haces te darás cuenta de que no tienes razón en lo que estás diciendo, Pedro. Te esperamos.
Santiago Urbana: Estoy de acuerdo, Agustín. Con todo el respeto, Pedro, yo tampoco estoy entendiendo bien tus respuestas porque parece que estuvieras hablando de cosas que no existen o de clasificaciones extrañas.
La técnica compositiva no es la misma. Cualquier chavalín de la calle puede componer espontáneamente música popular sin ningún conocimiento teórico de música pero no podría hacer una sinfonía, pongo por ejemplo.
Una pregunta simple y directa, Pedro, ¿crees que se requieren los mismos conocimientos técnicos para componer «los cuatro muleros» o el «la mi cabra» que «El Anillo del Nibelungo» de Wagner y que sólo es un cambio de concepto y actitud?
Y cualquiera se preguntaría ¿no será que lo que ocurre es que llamas música popular a cosas que no lo son?
Jeannette Du Pre: OMG! Teno ojos briliantes por escuchar a Benjamin Zander! God bless him!
Vera Assis: Tema muito interessante.
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