«Puede parecer una tontería pero no lo es: Sugiero que para que la Sra Aguirre no pueda volver a decir que no se están despidiendo interinos se use en adelante la expresión «interrupción de contratación», que es más descriptiva, innegable e incuestionable y que… significa lo mismo a efectos prácticos. Todo el que conoce de verdad cómo funcionan las plantillas de los Conservatorios, por ejemplo, tiene claro que estos así llamados «interinos» son profesores cuya necesidad para cada uno de los Centros viene demostrándose durante años y años, por lo que –salvo rara excepción– en esas plazas no son «eventuales» ni están para sustituir provisionalmente una baja, sino que forman parte de la estructura laboral de la institución y se cuenta con ellos para poder seguir manteniendo la misma oferta de cantidad y calidad a los estudiantes de música y los que aspiren a serlo. Esta rara situación se sostiene así para que estos compañeros no puedan tener los mismos derechos que los profesores con plaza fija. Así pues que en adelante se hable no del despido de interinos sino de la interrupción de la contratación anual de interinos cuyo trabajo y alumnos forman parte ya de la institución.» [Agustín Barahona]
Angel García Jermann: En fin, lo que tampoco puede ser es que al final los interinos lo sean eternamente. Más de uno hay que es incapaz de aprobar una oposición, y eso para el sistema no es bueno. En lugar de tener tantísimos interinos hace falta que se convoquen las oposiciones para cubrir de forma permanente las necesidades de plantilla con profesionales que demuestran su conocimiento y mérito en una prueba.
Agustin Barahona: Exactamente, a eso iba: que si es cierto que todas esas plazas se cubren ya históricamente porque son necesarias y no se puede ni se debe prescindir del pago de esas nóminas ni del ejercicio de esas docencias, ¿por qué no se normaliza todo como está previsto que deba ser? De ese modo se garantizaría siempre la tan cacareada calidad de enseñanza, si es que realmente le importa a los políticos. Sin embargo, ni se mantienen los contratos de esos interinos ni se convocan nuevas oposiciones. Y tras los últimos anuncios del nuevo presidente español… en fin, ¡que vamos a contar que no se sepa ya!
Angel García Jermann: Yo no les he votado y ahora no hay otra más que apechugar, me temo
Álvaro Rodríguez Fernández: Yo soy interino,te aseguro que me considero un excelente repertorisra,un excelente pianista y un inconmensurable improvisador y profesor de improvisación pero la mafia nauseabunda de los tribunales de oposición hacen su trabajo impecablemente…saludos
Angel García Jermann: No te lo tomes a la personal. Creo que hablamos del sistema en abstracto. Luego la realidad nos alcanza y todo se complica aun más
Agustin Barahona: Tenéis toda la razón. Otro tema que habría que revisar de arriba a abajo, consecuente y previamente, es el contenido requerido para las pruebas de oposición, los sistemas de baremación y el sistema de recursos.¿Quién estipula dichos contenidos y con qué criterios? ¿Son inapelables dichos criterios? Por ejemplo, yo siempre he sido partidario de que todas las pruebas se graben en video para que el opositor pueda recurrir cualquier criterio del tribunal que no considere ajustado a la realidad o a la norma en casos flagrantes. De ese modo sería muy fácil que la grabación se enviase a otro tribunal que el interesado pudiera considerar válido o no sesgado (previa demostración del sesgo) a pesar de no haber podido recusar de antemano a quien podía tener intereses claros en que su oposición no prosperase.
No obstante es sólo una idea, y lo mismo no la más adecuada, pero lo que sí está claro es que hay mucho trabajo por hacer porque se ha dejado que muchos de los sistemas sociales de prueba y criba queden completamente envenenados o anacrónicos, en el mejor de los casos. Hay mucho trabajo por hacer… si es que nos dejan.
Pero con noticias como la que acabo de comentar en el muro, me da la impresión de que los políticos ya han decidido por nosotros el lugar al que ellos, al parecer grandes sabios y próceres de la ciencia, van a conducir la enseñanza de la música. Completamente de espaldas a los verdaderos conocedores y quienes más y mejor podrían ayudar: los profesionales de la educación musical. Siempre he dicho que deberían publicarse por todas partes los nombres y apellidos de quienes hacen barbaridades como las que estamos presenciando por doquier. Por ejemplo, el nombre de los malos asesores y consejeros, que son los verdaderos artífices de tanto desmán, debería ser público y notorio para que tuvieran que dar cuenta argumental de sus decisiones y nunca se amparasen en el anonimato o en estancias superiores.
Miriam Gómez-Morán: En el Superior de Salamanca el 90% del profesorado somos interinos. Accedimos a la interinidad ganando una prueba, pero el sistema no nos deja tener las plazas en propiedad. Ahora amenazan con dejar de pagarnos el verano (y pudiera ser que hasta hicieran desaparecer el conservatorio).
Álvaro Rodríguez Fernández: Ya están enseñándonos la tijera y me temo que en todas las comunidades gobernadas por la derecha trataran de llevar a cabo ese plan.Lo que está claro es que tendrá que haber una contestación clara y sin fisuras por parte dde todo el profesorado porque pretenden desmantelar y deslocalizar los centros superiores
Agustin Barahona: Deberían cambiar la denominación de «Derecha» por «Torcida» visto lo visto –aunque yo no creo ni en izquierdas ni en derechas sino en grupos con muy diversos objetivos e intereses; a los hechos me remito–. Estoy de acuerdo. Este es un momento histórico para mantener fielmente la unión y para intentar resolver del modo más eficaz posible cualquier disonancia que pudiera haber de partida. No hace falta ni siquiera un unísono, basta que todos entonemos el mismo acorde en los momentos adecuados y que estemos bien afinados. Los foros de debate e ideas, las redes sociales en suma, van a tener un papel vital en el contagio inmediato de lo que es razonable y factible. Aprovechémoslos de un modo argumental, el más eficiente de todos, por lo incontestable.
Angel García Jermann: El gran problema de la música en España no reside en los profesionales. El nivel de los instrumentistas ha subido muchísimo en los últimos 20 años y en general el profesorado también esta mejor preparado. La gestión tanto de organismos públicos ( musicales), de orquestas y de la educación musical está en manos de personas tal vez de buena fe, pero de pésima formación. En la mayoría de los casos los «trabajadores» musicales tienen mejor formación que sus jefes y eso solamente lleva a la frustración de los primeros porque simplemente se choca una y otra vez con un muro de incomprensión e ignorancia.