«Muchas veces es muy difícil distinguir si en vez de un buen director se trata simplemente de una muy buena orquesta formada por muy buenos músicos con una gran inteligencia y oficio para captar el sentido de la obra siguiendo fiel y respetuosamente las posibilidades instruídas notacional y detalladamente por el compositor y su propio estilo» [Agustín Barahona]
Pero por muy bueno que sea un instrumento, tanto como para ser capaz de avanzar en el tiempo musical como lo hacen las bandadas de aves o bancos de peces, como una sola alma, es siempre infinitamente mejor que sea interpretado por un buen músico, en este caso un excelente director de orquesta que sepa hacer de su oficio el medio idóneo para volver a traer la voluntad del compositor a través de una interpretación única de lo que éste dejó posibilitado a través de su texto musical.