Cuando yo digo que tantas agresiones sistemáticas a la cultura no pueden ser casualidad…
«Es un hecho bien conocido que uno de los modos de mantener intacta la perfección ortográfica y todo lo que ella implica es la constante lectura de textos ortográficamente bien construídos. Someter a cualquiera durante un tiempo a la lectura de textos mal escritos obliga al cerebro a aceptar como visiblemente aceptables construcciones incorrectas con el fin de poder comunicarse, con lo cual se termina destruyendo la organización ortográfica de la identificación de la memoria visual y todo lo que cerebral y gramaticalmente representa y contiene.
Que aparezcan personas haciendo las cosas mal siempre puede ocurrir; que se intente socialmente forzar a todos a que tengan que soportarlo y encima a darlo por bueno como algo «normal» es una aberración; pero que se intente además incluir en la formación académica el estado de cosas equivocado e incorrecto como «un modo válido más», en lugar de combatirlo, es clarísimamente una manipulación equivalente al «todo vale lo mismo», «todas las ideas son igual de respetables» y «todos los que huelen el ácido sulfhídrico como agradable no son enfermos sino superhombres con capacidad superior para gustar de cosas de las que otros no sólo no gustan sino que abominan».
«Afortunadamente» se está abusando ya tanto de este «todo vale» que muchísima gente se ha dado ya cuenta y está tan hastiada que está ofreciendo ya resistencia completamente activa, racional y argumental a estos intentos de los mediocres por imponer su farsa y mediocridad para poder sobrevivir en un mundo cada vez más difícil, cada vez más científico y tecnológico, en un mundo de una alta cultura cada vez más alta, y que, por necesidad, busca la excelencia para poder continuar mejorando día a día.» [Agustín Barahona]
Mi reflexión es debida a que el martes 4 de marzo, D. Rafael Arenas García, dice justa lógica y visiblemente indignado en su muro público de facebook, acompañando a la imagen que precede:
Del libro de castellano de quinto curso de primaria de mi hija de diez años. Resulta que ahora forma parte del currículo escolar aprender el lenguaje del móvil ¡pretendía que hasta se lo preguntara porque le entra en el examen de mañana! ¿Nos hemos vuelto locos? ¿Nos extraña que luego en PISA salga lo que sale? En vez de educar a los niños en la corrección, precisión y elegancia del lenguaje les hacemos pasar por normal la aberración del «tq» por «te quiero» y el que no se pongan acentos. Yo uso Whatsapp, correo electrónico y mensajes de teléfono y en todos esos medios utilizo los acentos y signos ortográficos que corresponden y estoy convencido de que así ha de ser. Estoy indignado, indignadísimo.
Inma J. Ferrero: ¡Pero esto es vergonzoso!
Maria Luisa Ozaita: Si en este pais ya había carerencia de conocimientos lingüísticos, es el colmo que ahora en ‘primaria les incluyan el lenguaje escrito capidisminuído. para que los pocos que son capaces de escribir medianamente bien tengan que olvidar lo que saben para entregarse a las nuevas tecnologias. ¡A que genio se le habrá ocurrido la genialidad…!
Miriam Alvarez: Increíble …
Mariposa Amarilla Nieves: Terrible!
Jose María Duque López: Esto huele a podrido ya…
Kennedy Moretti: Estoy alucinando… ¿Sería posible conseguir el título, autor y editorial del libro?
En este sitio de internet parece que se da cuenta de los datos del dichoso libro:
«La imagen que se ve no puedo garantizar que sea real o que me haya comido un bulo. Quien la cuelga afirma queel libro es, de la Editorial Barcanova, Lengua castellana. Ciclo Superior 1. y que los autores son Rosamaria Felip, Anna Triola y Núria Fabrés, con la coordinación didáctica del área de Montserrat Camps, que está editado en el año 2009.»
Además muestra la página siguiente a la mostrada.
Horrorgrafía y SMS
Mónica Pérez Sánchez: Un matiz: los libros de texto lo que hacen es recoger e incluir las novedades que empiezan a formar parte de nuestra vida. Todos recordamos cuando apurábamos letras para enviar un escrito largo en un único mensaje de texto… los libros han querido recoger eso porque ha sido una forma más de comunicación. Que se ha quedado obsoleto, por otra parte, porque ahora prácticamente nadie usa los mensajes de texto, tenemos Whattsapp, Line, Telegram… la tecnología, que va más rápido que todo lo demás.
Pero bueno, a lo que quiero ir: a mí tampoco me parece necesario recoger las reglas para escribir cuanto más corto mejor, pues son cosas que los niños aprenden solos. Pero recoger esas reglas en un libro de texto (ya veis, un apartado en medio de un libro de 200 páginas) no va a hacer que un alumno escriba peor. Es más, incluso puede aprovecharse esa parte del currículum de manera positiva, haciendo pensar a los alumnos cómo se escribiría correctamente un texto que encuentren en un mensaje, haciéndoles ver qué es realmente más difícil o fácil de entender… y es que corresponde al maestro saber sacar partido de un libro de texto. Puede incluso saltarse ese apartado, ya ves tú.
Agustin Barahona: Estimada Mónica, no sé si has leído el comentario que he hecho al respecto, que es el argumentario básico que la mayoría de lingüistas mantenemos respecto a los efectos de la mala ortografía, que van más allá de las meras normas ortográficas. Es un grave problema psicolingüístico, de fenomenología bien conocida y fácil de mostrar y demostrar. Por otra parte, si, como entiendo que dices, de lo que se trata no es de informar de que algo aberrante existe sino de incluir esa realidad en la educación, sea ésta como sea, sin discriminación de ningún tipo, y no de corregir la realidad que debe corregirse, imagino que en los países más bárbaros comenzarán a incluir en los libros de texto cómo matar más personas con los subfusiles de asalto que se les da a los niños, cómo robar con las últimas técnicas que manejan los ladrones en las calles, … cómo, en suma, hacer las cosas mal, en lugar de usar sólo el ***escaso y «sacrosanto» tiempo de educación a construir un mundo mejor***. Esa extraña postura es la que ha justificado a Wert para incluir la tauromaquia en la universidad impartida, además, por personas sin ningún mérito o conocimiento universitario. No puede ser casual que parezca que medio mundo de orbe occidental se esté dedicando a promocionar este tipo de burradas y actitudes de «todo vale» como parte de la cultura confundiendo la acepción de «cultura», como depositaría de todo lo malo o bueno que hace un grupo humano, con la acepción de «Cultura», como todo el conocimiento y formación excelso que tiende a mejorar la civilización, también llamado «alta cultura».
Mónica Pérez Sánchez: No exactamente; quiero decir que hay que hacerles conocedores de esa realidad e invitarles a la reflexión: si realmente ese lenguaje abreviado cuesta menos de entender, si todo el mundo el mundo puede descifrarlo, si los compañeritos de otros países -como ocurre en los colegios públicos- serían capaces de entender un lenguaje así cuando bastante tienen con aprender correctamente a hablar…).
Desde luego, no justifico hacer apología del nazismo o la tauromaquia porque haya existido o exista xD
Pero me reitero en que no es tan importante ese contenido en un libro de texto en tanto que es el profesor el que debe estar capacitado para darlo de una forma positiva y depende, en última instancia, de él.
Agustin Barahona: Estimada Mónica, si el «no exactamente» corresponde a mi primera pregunta sobre si habías leído lo que había escrito quizá entonces de ello se derive parte de lo que dices. Verás, cuando alguien aprende a la vez dos códigos parecidos pero con diferencias notorias en correlato derivado uno se hace interferente del otro, generalmente el derivado, pues éste hace referencia de imagen –fonémica o de cualquier otra naturaleza– al primero. Si el sistema de escritura de los medios de mensajes de móvil no tuviera nada que ver con el lenguaje natural que usamos no pasaría nada; uno de los problemas es, precisamente, que es una versión deformada, con faltas de ortografía y llena de ambigüedades que obligan a tener que desambiguar, convirtiéndose no en un código de comunicación sino casi en un código para el juego de la desencriptación. Por otra parte, es un hecho bien conocido que personas bien formadas en ortografía si las sometes a leer diariamente muchos textos con faltas constantes y sin signos de puntuación acaban por interferir en su capacidad distintiva del orden que deben tener las cosas para ser ergonómicos y económicos del modo más completo, correcto y eficaz posible –lo que las lleva a escribir al final con faltas de ortografía inconscientes por identificar las palabras incorrectas como posibles, ya que las ven mal escritas a diario, como ya he explicado varias veces y no sólo en este hilo– y a todo lo que ello implica. Habría mucho que hablar acerca del sistema de comunicación en texto en los móviles pero no lo voy a hacer ahora. Voy a resumir e ir al grano al respecto de lo que dices.
Contestando a tus cuestiones, ese sistema no «cuesta menos de entender», no todo el mundo puede descifrarlo y crea multitud de ambigüedades y malentendidos –también al no usar las correctas puntuaciones, por ejemplo, entre otros muchos problemas–, no sirve para que te entiendan gentes de otros países –implica otras lenguas lo que dices y lo asumo, pues si fuera la misma no tendría sentido hablar de ello–. Así que no sólo no sirve bien a la comunicación correcta escrita sino que la interfiere, sobre todo en periodo de enseñanza ***y ocupando encima un tiempo lectivo que, como mucho, debería dedicarse a prevenir a los chavales contra usar esos métodos por los problemas que conllevan y a instarles a usar el lenguaje correcto y bien puntuado que permite una comunicación impecable***. Máxime cuando hoy día todos los móviles permiten iniciar la escritura de una palabra y elegirla completa, ante la lista que el propio móvil te brinda. Yo en mi vida, jamás, he escrito un mensaje de texto de móvil abreviado y escribo tan rápido o más que cuando lo hago a mano sobre papel. No hace falta alguna… salvo para liar a quien lo usa y acabar poco a poco con su corrección ortográfica y capacidad de redacción y expresión correctas, ya que se pasan más tiempo haciendo esto que escribiendo bien.
Si no justificas hacer apología de la guerrilla infantil –sorprende que hagas casual referencia al nazismo, pues no he hablado del nazismo sino de ***la guerrilla infantil***, que no es lo mismo– ni de la tauromaquia —ya en la universidad– sólo porque«los libros de texto lo que hacen es recoger e incluir las novedades que empiezan a formar parte de nuestra vida», como decías –y ambas cosas, guerillas infantiles y tauromaquias forman triste y forzadamente parte de la vida de mucha gente, y el libro de texto de referencia no incluye cosas de la vida informativamente, como tu dices, sino ***formativamente***, que no es lo mismo y es, precisamente, lo que debatimos–, entonces ¿por qué fomentar el que otras cosas que son perniciosas –sea en el grado que sea– no sólo se mantengan y usen sino que encima ***se enseñen***, como en este caso, en instituciones educativas ***en el tiempo que debería dedicarse a explicar que son perniciosas y por qué, habida cuenta de que está bien estudiado y se conocen los motivos a nivel científico***? Véase la imagen de la que arranca este debate.
¿No te parece una clara manipulación política con fines brutos o bases ignorantes –en el mejor de los casos– el que se incluyan esas cosas en los planes de estudios? ¿O es que ahora los profesores pueden elegir lo que les enseñan a los alumnos a pesar de que haya un currículo y una programación didáctica oficiales de por medio que todos los padres ***debemos*** conocer de antemano –ningún padre debe permitir que a sus hijos se les pueda enseñar algo que de antemano no se les haya informado a dichos padres, recuerdo a todos–? Y a este respecto… ¿crees que se examina el que alguien que va a ejercer como profesor distinga o no entre lo que es conveniente enseñar, ya que, según nos informas, sería variable ese contenido? Y si no se examinan tan imprescindibles cualidades… ¿no te parece que sigue siendo ***muy peligroso*** el que puedan elegir enseñarles a sus alumnos cosas inconvenientes a pesar de que cualquier científico especializado pueda mostrar y demostrar que lo son ***y que el más básico sentido común también***?
Pues si te lo parece, es de éso, y no de ninguna otra cosa, de lo que hablamos en este debate, estimada Mónica.
Y animo a otras personas también a dar su argumentación al respecto –la opinión no es nunca importante, sólo la argumentación y su vínculo con la realidad–. El propio originador de la imagen en facebook da su propia argumentación, que me parece muy correcta y acepto expresamente por ello.