«Me llama poderosamente la atención cuánta gente perteneciente teóricamente a la alta cultura no tiene siquiera cultura ***real*** y todo lo que dice o hace está basado simplemente en eslóganes –es decir, se dejan pensar por otros– con los que se identifican sin realmente saber muy bien por qué y que cuando le son cuestionados, en vez de iluminación y agradecimiento por la sensación de liberación de las cadenas de la ignorancia –al reconocer no poder refutar el razonamiento que reciben–, produce en ellos una explosión de rechazos en forma de todo tipo de falacias pueriles y acusaciones de que quienes simplemente les cuestionamos caritativamente tales eslóganes para que se liberen de la creencia irracional creemos estar en posesión de la verdad [!]. Lamentable es poco para describir esta actitud, en las completas antípodas de la educación; trágico ya se le aproxima algo más. Así no iremos muy lejos en el camino correcto. La duda es siempre un preliminar necesario, jamás un postliminar obligatorio. Una de las características del avance civilizatorio no es la perpetua duda de todo, estimados amigos, sino el saber distinguir inequívocamente cuándo podemos estar razonablemente seguros de algo y cuándo hay que dudar». [Agustín Barahona]
«¿Qué tipo de país es uno que sabe que la eficacia y garantía de legitimidad de los 3 poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, ***radica en la independencia de cada uno de los otros dos*** y que sin embargo acepta sin rechistar que el ejecutivo asuma el legislativo –por norma regulada por el ejecutivo, ¡encima!– y el judicial dependa también del ejecutivo en sus aspectos fundamentales?
Señoras y Señores, nos lo pueden decir más alto pero no más claro. Y aquí no se puede esperar a que alguien «haga algo»: sólo nosotros podemos hacer ese algo para recuperar el poder legislativo, que es el que nos pertenece y cuya gestión y creación de producción nos compete.
Esto por no hablar de que el Poder verdaderamente fundamental del que la corrección, completura y eficacia de los otros tres dependen directamente es uno que no han permitido nunca que exista: ***El Educativo***.» [Agustín Barahona]