«La religiosidad podría considerarse algo muy respetable, como una opción placebo u opiácea mental que ayude al individuo, siempre y cuando permanezca en el dominio de la intimidad personal. Pero en el momento en que lo sobrepasa, apologéticamente o no, tiene que estar dispuesta a enfrentarse a la realidad del mundo y aceptar con deportividad y cultura las reglas del juego lógico y sociológico. Si no es capaz de asumir honestamente ese compromiso elemental más le vale quedarse en la solitud protegida de la torre de marfil del cerebro personal, donde nada –o casi nada– la dañará.» [Agustín Barahona]
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La hipocresía de los que se declaran como ejemplo de lo que debe ser un no-hipócrita es hipocratizante, es decir, digna de ser llevada a los médicos. Pero cuidado, no todo religioso es evangelizador vocacional. La religión sigue siendo el opio de los pueblos, aquello que los narcotiza para poder sobrevivir cuando el dolor de la realidad es insufrible para ellos.
Véase también:
¿Puede haber verdadera ciencia donde hay verdadera religión?
La «aconfesionalidad» es sólo una treta religiosa.
Lo racional distingue entre lo que sabe y lo que ignora, lo irracional siempre lo confunde.
El Estado protege en el código penal las creencias, pero no la lógica.
¿Cómo se fundamenta la estipulación de un delito contra los sentimientos religiosos?
¿Es inviable un delito contra los sentimientos religiosos?
Los límites de la libertad de expresión.
¿Qué es realmente una blasfemia?
«El concepto de blasfemia no parece muy civilizado ni lógico. Es una idea medievalizante que lo único que quiere decir en la práctica realidad es que se prohibe a otros que puedan criticar racionalmente nuestras propias irracionalidades.» [Agustín Barahona]
Véase también:
El Estado protege en el código penal las creencias pero no la lógica
¿Cómo se fundamenta la estipulación de un delito «contra los sentimientos religiosos»?
¿Es inviable un «delito contra los sentimientos religiosos»?
Por los clavos de Cristo [Elvira Lindo]
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Actualización: He formulado así el texto por cortesía pública. Pero desde mi punto de vista debería decir: «lo único que quiere decir en la práctica realidad es que determinadas personas nos prohiben, apoyándose en un poder político, que podamos criticar racionalmente sus propias irracionalidades». Ya sabemos todos que las blasfemias eran más perseguidas en el renacimiento. Pero como nosotros no construímos los estereotipos ni las palabras que representan como referentes determinadas realidades tanto en denotación como –sobre todo– en connotación, el concepto de medieval/medievalizante se ha quedado como el que hoy usamos, aunque el término blasfemia sea una palabra griega cuyo contenido fue experimentando un desplazamiento semántico hacia la idea que los religiosos acuñaron posteriormente y que la sociedad terminó estarciendo e incluyendo en el concepto actual de «medieval». En pocas palabras, nuestro concepto de blasfemia es el que se usaba en la edad media y que posteriormente sirvió como había servido anteriormente en la antigüedad judía: para masacrar personas que hablaban en contra de las irracionalidades religiosas.
«Quitadles a los españoles el chiste fácil y malo, el último refugio que usan para poder soportar tanta injusticia y ultraje político diarios, y ***no les habréis dejado ya nada que perder***, con las consecuencias que ello podría conllevar. Historia, Magistra vitae.» [Agustín Barahona]
Dani Mateo: “Estoy alucinando, no han entendido ni el chiste”, ha dicho el presentador sobre la denuncia de una asociación en defensa del monumento.
Origen: La respuesta de Dani Mateo a la querella por su chiste del Valle de los Caídos
Por cierto, a mí también me parece de un pésimo gusto estético la cruz del valle de los caídos. No he visto una cruz más fea en toda mi vida. No veo blasfemia alguna en ninguna parte.