«Aunque suene hilarante, por si acaso existen, una sugerencia para aquellos políticos que realmente estén interesados en no sacar beneficios esquilmando la naturaleza (…también) (!). Que se instituya una norma por la cual cada vez que un bosque o terreno forestado sea quemado sea imposible que nadie pueda recalificarlo ni construir en él en al menos 70 años (o el tiempo medio que tarda en alcanzar el estado de plena madurez el árbol quemado allí de más largo proceso de crecimiento). De este modo no sería deseable para nadie quemar bosques, porque no podrían sacarle partido recalificando los terrenos para construir en ellos, ya que la naturaleza podría tener tiempo para regenerarse y neutralizar así la típica excusa actual de «este terreno ha quedado inservible para la reforestación y el único modo de aprovecharlo es recalificarlo». Además, que a los pirómanos y a sus cómplices se los obligue a reforestar palmo a palmo la superficie quemada, bajo vigilancia de la autoridad competente, como redención a su crimen, aunque les lleve el resto de su vida, y a no poder tener patrimonio alguno que no dediquen exclusivamente al pago de dicha reforestación.» [Agustín Barahona]
Según Intereconomía los profesores están «haciendo el payaso, el gilipollas… – YouTube.
«Da la impresión de que Intereconomía tiene contratados a algunos personajes sólo como agitadores mediante caceroladas viscerales y no les importa insultar falaciosa y gratuítamente y mentir con vocación de desprestigiar a quienes están en su punto de mira con el fin de que sea así más fácil para ellos que el gran público no informado pueda sumárseles en sus labores de descrédito manipulador. Es lo que se llama labor de zapa.» [Agustín Barahona]
«Nadie que no cumpla con una obligación concreta debería poder tener la contraprestación del derecho correspondiente; por tanto, quienes incumplan con las obligaciones que otorgan la carta de naturaleza de «seres humanos» no deberían poder acogerse cobardemente a que se les aplicasen derechos que estuvieran ellos mismos negando a sus víctimas.
Ya que se están concediendo constantemente «derechos humanos» a quienes han demostrado y demuestran no tener nada de humanos, propongo cambiar la denominación de estos derechos a «derechos biológicos», que es, por lo que se ve, a lo que real e inconstestablemente se está aludiendo. Así al menos no sería una afrenta para los verdaderos seres humanos ni un doloroso e inhumano insulto a su inteligencia.» [Agustín Barahona]