Al igual que la monarquía, se nos impuso también el tutelaje (1) –eso es lo que es jurídicamente, igual que se hace con los menores de edad– del estado en la función que en el reparto de poderes del estado nos corresponde para que así no tuviéramos en nuestras manos el poder de decidir nada sobre nuestras vidas. Es tan obvio que duele tener que explicarlo. Debemos recuperar el Poder que nos corresponde o no habrá justicia jamás.
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(1) Ejercicio de la autoridad que, en defecto de la paterna o materna, se confiere para cuidar de la persona y los bienes de aquel que, por minoría de edad o por otra causa, no tiene completa capacidad civil.
Al igual que la monarquía, se nos impuso también el tutelaje (1) –eso es lo que es jurídicamente, igual que se hace con los menores de edad– del estado en la función que en el reparto de poderes del estado nos corresponde para que así no tuviéramos en nuestras manos el poder de decidir nada sobre nuestras vidas. Es tan obvio que duele tener que explicarlo. Debemos recuperar el Poder que nos corresponde o no habrá justicia jamás.
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(1) Ejercicio de la autoridad que, en defecto de la paterna o materna, se confiere para cuidar de la persona y los bienes de aquel que, por minoría de edad o por otra causa, no tiene completa capacidad civil.