Grosso modo, un debate académico consiste básica y esencialmente en analizar o comparar los resultados de cualquier nivel de una investigación, generalmente en proceso, a la luz de otros existentes o posibles y del modo en que lo hace la Academia como institución.
Como he dicho en infinidad de ocasiones desde hace años, mi blog tiene humilde vocación de sala de debate académico donde, por tanto, el único modo en que puede debatirse de algo es del modo en que se producen los debates en las publicaciones científicas y en las instituciones universitarias en temática científica. Así recomiendo a mis allegados y alumnos que organicen también los suyos y en privado les he venido explicando por qué, cada uno de los fundamentos del debate académico y cómo todo funciona así garantistamente mejor, como debería ser en cualquier debate serio; y muchos de ellos han organizado ya sus blogs, redes sociales y foros de internet de este modo y me indican que les funciona perfectamente, como no podía ser de otro modo. Quisiera que esto quedara siempre claro, porque el debate académico es el único que es realmente un debate serio que pretenda remontar las bases de la ignorancia propia para examinar a la luz de la lógica y el razonamiento argumental las ideas propias y ajenas aportadas. Y aunque excepcionalmente admito y disfruto las charlas de café, si queda previamente claro que lo son, los debates en mi blog no son sitios para hacer charlas de café, y a pesar de que se puede hablar desenfadadamente siempre debe imbricarse ese desenfado en el marco del mentado debate académico definido por sus objetivos de mejora racional del conocimiento y su metodología correspondiente. No me interesa ninguna otra cosa al respecto de los debates.
Es obvio que si uno está en su casa debe poder tener la libertad de indicar cómo espera que se comporten en ella los que quieran usarla como invitados, así que intentaré hacer un resumen de todo lo inherente que acompaña habitualmente al debate académico, que con sólo procurar ser elegante, racional, lógico, ordenado, eficiente, cortés y respetuoso no debería hacer falta detallar y que debería ser siempre la práctica común de la institución académica y de todo aquel que quiera llegar a alguna conclusión estable.
1.- Entre los preliminares básicos está el que el fondo común de toda la temática que se debata en mi blog ha de ser temas tratados racional y académicamente con algún interés social educativo o de reflexión general.
2.- No se admite el insulto o el gratuíto lenguaje soez y mucho menos «so-hez» [sic]. Ese tipo de injustificado lenguaje emocional-bajo empocilga todo medio donde se prodiga y empobrece en primer lugar a la persona que lo usa porque no se permite a sí misma la posibilidad de desarrollar la riqueza del léxico para poder referir el mundo de un modo mucho más adecuado, preciso y eficaz. Aclaro a este respecto que denominar «gilipollas» –por ejemplo– a alguien que lo es y dejar claro en el razonamiento por qué consideramos que lo es, si este razonamiento es correcto, no es considerable lenguaje malsonante o insulto sino simplemente una descripción; y si ésta viene a cuento de lo que se está debatiendo, bienvenida sea. Pero de no venir a cuento evítese también siempre.
3.- Cuando se hace una broma debe advertirse expresamente, para que nadie pueda malinterpretarla; cuando se habla de supuestos en los que uno no cree o de los que uno no participa, debe advertirse antes; cuando se cita lo que otros han dicho debe indicarse y diferenciarse claramente de lo que uno dice. En pocas palabras, los contextos deben quedar siempre perfectamente claros de antemano.
4.- Sólo puede debatirse un tema por entrada, no se pueden mezclar dos a no ser que se demuestre la pertinencia del segundo como imprescindible para el debate del primero; y debe ser demostrada dicha pertinencia, no basta con declararla. Si a alguien debatiendo un tema se le ocurre que podría ser interesante debatir un segundo tema que realmente no puede formar parte del primero en los términos que acabo de exponer puede proponérmelo y, con gusto, abriré un nuevo hilo temático de debate para la proposición si ésta se ajusta a los requerimientos de mi blog más arriba expresados.
5.- Cuando se debate se espera que el procedimiento sea el análisis de lo que cada contertulio dice en función del objetivo del debate, especialmente cuando se aportan bases para éste o cuando se intenta refutar puntos anteriormente expresados o rebatidos, y la demostración en ese análisis de si los razonamientos aportados son o no correctos, completos o si están mezclados con cosas que nada tienen que ver con el tema a debatir o con el argumento aportado. Nadie puede escabullir la refutación que hagan de alguna idea incorrecta que esa persona haya expuesto. Por otro lado, un debate es lo opuesto a una conferencia; si los participantes no analizan lo dicho aceptándolo o refutándolo –o aportando nueva información pertinente al debate– no están debatiendo sino conferenciando, por lo que se borrará lo que escriban y quedan invitados a proseguir con el verdadero debate cuando gusten.
6.- Evítense a toda costa las falacias o sofismas o cualquiera de los vicios de la argumentación.
7.- Un debate no es un chat, por lo que se espera sólo una participación por vez y por contestación a cada contertulio. O sea, no se puede hacer una nueva entrada por cada punto y aparte. De otro modo si alguien se interesa por la temática del debate y ve que hay 250 entradas artificiales anidadas –que en realidad constituían sólo 25 naturales, por ejemplo, de haberse hecho bien– puede que no llegue a leerlas nunca pensando que la longitud pueda ser excesiva, con lo que se hace un flaco favor a la difusión del propio debate. Cualquier serie de entradas sucesivas que no sigan esta sencilla regla serán borradas.
A quienes reiteren en no respetar las básicas y sencillas normas de mi casa se les retirará la posibilidad de participar en ella. Y de hecho me he visto obligado a publicar esta nota porque observo con preocupante frecuencia que hay personas que no sólo no saben lo que es debatir sino que tampoco saben lo que es el respeto de los espacios ajenos y los toman como a menudo los niños pequeños maleducados se toman las paredes blancas cuando llevan en la mano rotuladores de colores.
Y recordad, por favor: en realidad todo es muy sencillo y debería poder bastar con procurar ser elegante, racional, lógico, ordenado, eficiente, cortés y respetuoso. Muchas gracias.
Un cordial saludo:
Agustín Barahona